martes, 20 de agosto de 2024

Información sobre Vanguardias fuente:"Literatura del siglo XX" de Jorge Albistur

 El futurismo


Aunque hoy aparece remoto y sin vigencia alguna fue el primer movimiento de vanguardia. Su conductor, el italiano Marinetti, recorrió buena parte de Europa y América haciendo oír su palabra profética, en la cual se encerraban las claves de una estética para los tiempos a venir. Creyó en el mito moderno, y ayudó a forjarlo. Decía: “Queremos cantar el amor del peligro, del hábito de la energía y la temeridad”. A la “inmovilidad pensativa, al éxtasis y el sueño”, opone el futurismo “el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso, el puñetazo y la bofetada”. El nuevo gran valor es “la belleza de la velocidad” de modo que “un automóvil de carrera es más hermoso que la Victoria de Samotracia”. Estos despreciaban a los adoradores de la luna y glorificaban la guerra, llamándola “única higiene del mundo”. Con respecto a la tradición, especialmente en lo cultural, la posición es: “Lanzamos en Italia este manifiesto de violencia incendiaria y arrebatadora, basado en el cual fundamos hoy el futurismo, porque queremos librar a nuestro país de la gangrena de profesores, arqueólogos, cicerones y anticuarios”.

Marinetti que había semi-elogiado al “music-hall” y el circo como únicos espectáculos tolerables, se lanzó también a la aventura de crear el “teatro sintético”: se trataba de obras de no más de diez minutos – no fuese cosa de perder el precioso tiempo del mundo de la velocidad – y en una de ellas el telón se levantaba apenas unos centímetros, de manera que el público sólo veía los pies de los actores.

De todo esto queda hoy en día, dice de Torre, tan sólo el ademán en el aire. Queda además el “Manifiesto técnico de la literatura futurista”, de 1912, que avanza ya aventura de una “imaginación sin hilos” – o sea, sin los nexos del pensamiento lógico – y propone una manera de escribir que será de recibo en otras corrientes: “Es menester destruir la sintaxis, disponiendo los sustantivos al azar de su nacimiento”; el verbo, sólo en infinitivo, para que comunique “el sentido de continuidad de la vida”; prohibición de usar el adjetivo, porque el matiz presupone la pausa y la meditación; supresión de expresiones comparativas – “como”, “parecido a”, “similar a” – porque traban la “velocidad aérea”. Quedaba sancionado el uso de cuatro o cinco tintas diferentes, las líneas verticales, oblicuas o circulares, los paréntesis, las llaves y cualquier otro tipo de innovación tipológica.

El expresionismo

Esta corriente signó el panorama cultural de Alemania entre 1911 y 1933. Esta fecha final está indicando ya que los representantes de esta corriente no simpatizaban con el nacionalsocialismo: su llegada al poder marcó el fin de la vanguardia, cuyos artistas fueron perseguidos.

El expresionismo nació, en principio, como manifestación de dos grupos de pintores: “El puente” y “El jinete azul”. Kandinsky y Klee representan ese máximo de intensidad del color que caracteriza a la corriente, y que reconoce su antecedente en las telas de Van Gogh. El expresionismo suele definirse en comparación con el impresionismo. Éste es, todavía, un arte figurativo: reproduce sensaciones ópticas, aunque la visión no tenga la nitidez propia del arte clásico. El expresionismo supone un paso más: se independiza de la realidad, y, si toma sus materiales, los convierte en sustancias animada, contorcida y patética. La intención es obtener de las cosas un grado máximo de “expresividad”.

En el plano de la literatura, esta vanguardia guarda alguna relación con el gótico y el barroco – estilos ambos de extrema tensión y ansiedad comunicativa – y con el “Sturm und Drang”: el romanticismo inicial en las letras alemanas, caracterizado por la vehemencia y la inmoderación. El expresionismo tiene un gusto sado-masoquista por el catastrofismo.

No es de extrañar que la gran preocupación de la poesía expresionista haya sido la Primera Guerra Mundial. Trakl, suicida en 1914, es el ejemplo más acabado del desequilibrio que la contienda llevó al espíritu de estos poetas, exaltados por el horror y la sangre. Pero el movimiento se reflejó en la narrativa y no es ajeno a su influencia ninguno de los grandes novelistas en lengua alemana del período, tales como Kafka.

El cubismo

También fue, en principio, una vanguardia de la pintura, al punto que las aproximaciones a la literatura han sido más bien tentativas y de resultados parciales.

En las artes plásticas, el cubismo es claramente delimitable. Se inicia en 1907, cuando Picasso opone a la óptica impresionista una geometría bárbara y una deliberada y sistemática deformación. Le siguen en esta tendencia Braque y Matisse. Cubismo pasó a ser, en adelante, el arte de descomponer y recomponer la realidad según el bidimensionalismo, la compenetración de planos y el simultaneísmo de visión.

En la literatura, supuso también la combinación de formas discontinuas, lo que implicó la destrucción del discurso y de la regularidad métrica. La “realidad intelectual” sustituyó a la “realidad sensorial”, y la obra de arte se juzgo valiosa en sí misma, “no por las confrontaciones que puedan hacerse con la realidad”. Se toma al poema “Zona” (1915) de Apollinaire, como el ejemplo más acabado de la nueva realidad. Lo anecdótico y lo descriptivo quedan reemplazados por el fragmentarismo y la elipsis, de modo que se lleva a lo que Spitzer llama “la enumeración caótica”. “Si un hecho viene a interrumpir una sinfonía de recuerdos, se le anota por respeto a su verdad cerebral” comenta Epstein. El cubismo desemboca en la avenida común de las vanguardias poéticas: la suplantación del pensamiento-frase – es decir, racional y lógico – por el pensamiento-asociación, que a menudo se formula al margen de la actividad de la conciencia.

Apollinaire procuró fundir la poesía y la pintura en los “caligramas” o poemas dibujados, es la expresión mayor del cubismo.

El dadaísmo

“Las obras maestras dadás no deben durar más de cinco minutos” según se lee en una proclama del movimiento. El movimiento fue algo inesperado en el espíritu francés, significó el encuentro con la nada. Según Tristan Tzará, el principal impulsor de esta vanguardia, “dadá” no significa nada, aunque a continuación agrega: “.El cubo y la madre en cierta región de Italia: dadá. Un caballito de madera, la nodriza, la doble afirmación en ruso y rumano: dadá”. La sola multiplicación de acepciones revela que el vocablo no tiene ninguna concreta y fija, como dice Gide al considerar a las dos sílabas de “Dadá” como el punto máximo de la “inanidad sonora” querida por Mallarmé, la “insignificancia absoluta”.

El movimiento echó a andar en Zurich, en 1916, con la fundación del Café Voltaire, donde se reunían poetas y pintores, entre quienes figuraban Apollinaire y Picasso. En 1919 Tzará llega a París, y comienzan a multiplicarse los festivales, las revistas, los boletines y las hojas sueltas dadaístas. El tono siempre fue el mismo: “No más pintores, no más literatos, no más músicos, escultores, religiones, republicanos, monárquicos, imperialistas, anarquistas, socialistas, bolcheviques, políticos, proletarios, demócratas, burgueses, aristócratas, ejército, policía, patria: en fin, basta de todas esas imbecilidades. No más nada, nada, nada. De esta manera esperamos que la novedad llegará a imponerse menos podrida, menos egoísta, menos mercantil, menos inmensamente grotesca”. Aunque Tzará proclamó que “el estado normal del hombre es dadá”, hacia 1921 ya no quedaba nada de la nada.

El surrealismo

Es el nombre que suele darse a una de las vanguardias más poderosas y de mayor influencia. La palabra tiene sentido en la lengua francesa – “sur-realisme” – y debería ser traducida por “superrealismo”, para indicar claramente que este movimiento se propone estar más allá o por encima de la realidad.

Vinculado en sus raíces con el dadaísmo, cuyo absoluto nihilismo intenta superar, el surrealismo tiene la misma agresividad que aquella corriente. Ella se puso de manifiesto no sólo en los lemas contra la familia, el Estado y la religión, sino en el enfrentamiento con Paul Claudel, el poeta católico que declaró no encontrar en la corriente sentido alguno. 

Pese a toda esta violencia tuvo mucho más claro el contenido de su programa de acción creadora que el dadaísmo. Produjo tres manifiestos: el primero, de 1924, que es el que mejor define a la corriente, el segundo de 1930, que propicia las relaciones del movimiento con el comunismo y que dividió irremediablemente al grupo, y el tercero en 1942 que fue un infructuoso intento de revitalizar un movimiento que había perdido su condición de punta de lanza.

El primer manifiesto define al surrealismo en los siguientes términos: “Automatismo psíquico puro, por el cual se intenta expresar verbalmente sea por escrito, sea de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, en ausencia de todo control ejercido por la razón, fuera de toda preocupación estética o moral”. “La ausencia de todo control ejercido por la razón” debía traducirse en la “escritura automática”, experiencia siempre un poco forzada, porque el escritor no puede anular la conciencia de estar escribiendo. Tzará, entusiasmado con estas novedades, incitaba a estos procedimiento de creación: “Tomad un periódico; tomad tijeras; escoged un artículo, recortad,  enseguida cada palabra, ponedla en una bolsa y sacudid…”

Los puntos clave de la estética surrealistas son los siguientes:

a) Fusión de la realidad y el sueño, para alcanzar una sobre-realidad. Influidos por Freud, los surrealistas se apartan aquí de él. En lugar de tomar al sueño como símbolo válido para el hombre, creen en su absoluta singularidad. Aceptan de Freud, no el método sino la mitología.

b) esta fusión debe significar una nueva forma de conocimiento, experiencia sin la cual la propia expresión “surrealismo dejaría de tener sentido.

 c) Del nuevo conocimiento deberán surgir una nueva ciencia, una nueva moral y una nueva belleza, de modo que el surrealismo desborda el campo de lo meramente estético.

d) Es necesario ir al conocimiento por la vía del desconocimiento, es decir, vivir el ser pero no lúcidamente, sino en el esta de mayor alienación posible. “Yo persigo un desorden razonado de todos mis sentidos” había dicho Rimbaud.

e) Los caminos hacia el desconocimiento son lo inconsciente, lo onírico, la magia, la infancia. El automatismo psíquico, la demencia, los estupefacientes, el humor, el amor, el culto de lo instantáneo y el ver a los objetos como míticos.

f) El surrealista debe escribir sin conciencia de que escribe.

g) La poesía debe procurar “la estupefaciente imagen”, “desensibilizar el universo” y el surrealismo, en general, quiere una imagen que equivalga a un regreso al caos.

El ultraísmo

Esta es una palabra de contenido impreciso y se adoptó como término para designar a un aspecto de la vanguardia en España. “Ultra” equivale a “máximo” o 2culminación” de algo y se buscaba aquí el desarrollo pleno de las mismas notas que se han venido observando en las otras corrientes europeas: sobrevaloración de la imagen, supresión de la anécdota y lo narrativo, supresión de lo sentimental, salvo si aparece irónicamente enlazado con el mundo moderno. Rima y puntuación desaparecen y el ritmo, en lugar de procurar la continuidad tradicional, se adapta a cada instante.

En 1920, después de una extensa fusión de poesía y pintura, cada arte volvió a reivindicar su autonomía. Jorge Luis Borges, tentado en su juventud por esta vanguardia poética dijo: “La desemejanza raigal que media entre la poesía vigente y la nuestra es la que sigue: en la primera el hallazgo lírico se magnifica, se agiganta y se desarrolla; en la segunda se anota brevemente”.

Las revistas ultraístas se multiplicaron en tanto el movimiento atrajo a Gerardo Diego y – en parte – a García Lorca.

"Walking around" Pablo Neruda

 Sucede que me canso de ser hombre.

Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

lunes, 12 de agosto de 2024

Biografía de Pablo Neruda

 https://www.youtube.com/watch?v=0OOkCcj-Vc0

Poema 15 Pablo Neruda

 ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.


Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía

.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


                                                                                     

Poema 20

 

Poema 20

Pablo Neruda

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos

Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.

Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

y estos sean los últimos versos que yo le escribo.

martes, 6 de agosto de 2024

"Un perro andaluz" Luis Buñuel (película surrealista)


https://www.youtube.com/watch?v=pF6hUwkgMbw

Atención: no la miren si son sensibles o si les molestan las imágenes que puedan causar ansiedad. Hay escenas de desnudos.



Tristán Tzará (ejemplo de poema dadaísta)

los dientes hambrientos del ojo
cubiertos de hollín de seda
abiertos a la lluvia
todo el año
el agua desnuda
oscurece el sudor de la frente de la noche
el ojo está encerrado en un triángulo
el triángulo sostiene otro triángulo

el ojo a velocidad reducida
mastica fragmentos de sueño
mastica dientes de sol dientes cargados de sueño

el ruido ordenado en la periferia del resplandor
es un ángel
que sirve de cerradura a la seguridad de la canción
una pipa que se fuma en el compartimiento de fumadores
en su carne los gritos se filtran por los nervios
que conducen la lluvia y sus dibujos
las mujeres lo usan a modo de collar
y despierta la alegría de los astrónomos

todos lo toman por un juego de pliegues marinos
aterciopelado por el calor y el insomnio que lo colora

su ojo solo se abre para el mío
no hay nadie sino yo que tenga miedo cuando lo mira
y me deja en estado de respetuoso sufrimiento
allí donde los músculos de su vientre y de sus piernas inflexibles
se encuentran en un soplido animal de hálito salino
aparto con pudor las formaciones nubosas y su meta
carne inexplorada que bruñen y suavizan las aguas más sutiles



Características dadaístas: ausencia de signos de puntuación, versos carentes de sentido y casi de significado, obra fruto de azar, no hay un tema ni un título.

"Nocturnos" Juan Larrea (ejemplo de poema ultraísta)

La noche ha abierto su paraguas
Llueve
Los pájaros de la lluvia
picotean los trigos de los charcos
Los árboles duermen
sobre una pata
Revoloteos, revoloteos
Destartala un coche
su estrépito final de endecasílabo
Un hombre cruza como un mal pensamiento
Los mosquitos de agua
colmenean las luces
Incendios de alas
revoloteos
Llueve

Características ultraístas: ausencia de signos de puntuación, acumulación de metáforas y/o comparaciones, valoración de lo poético y simbólico, palabras inventadas usadas como si fueran reales, breve.

"La muerte rosa" André Breton (ejemplo de poema surrealista)

Los pulpos alados guiarán por última vez la barca cuyas
velas están hechas de ese solo día hora a hora
Es la velada única tras la cual sentirás subir por tus cabellos
el sol blanco y negro
De los calabozos rezumará un licor más fuerte que la muerte
Cuando se la contempla desde lo alto de un precipicio
Los cometas se posarán suavemente en los bosques antes
de fulminarlos
Y todo pasará dentro del amor indivisible
Si el motivo de los ríos nunca desaparece
Antes de que sea completamente de noche observarás
La gran pausa de la plata
Sobre un pescador en flor aparecerán las manos
Que escribieron estos versos y que serán husos de plata también
Y también golondrinas de plata sobre el oficio de la lluvia
Verás el horizonte abrirse y de pronto habrá acabado el
beso del espacio
Pero el miedo ya no existirá más y los cristales del cielo y del mar
Volarán por el viento con más fuerza que nosotros
Qué haré yo con el temblor de tu voz
Sonríe danzarina alrededor del único lustro que no caerá
Trampa del tiempo
Subiré los corazones de los hombres
Para una suprema lapidación
Mi hambre dará vueltas como un diamante demasiado tallado
Trenzará los cabellos de su hijo el fuego
Silencio y vida
Pero los nombres de los amantes se olvidarán
Como la adónica gota de sangre
En la luz enloquecida
Mañana engañarás a tu propia juventud
A tu gran juventud luciérnaga
Los ecos solos harán moldes de todos los lugares que existieron
Y en la infinita vegetación transparente
Te pasearás con la celeridad
Que se pide a los animales de los bosques
Acaso te desgranes entre mis despojos
Sin verlos lo mismo que uno se arroja sobre un arma fluctuante
Pero yo perteneceré al vacío semejante a los Peldaños
De una escalera cuyo movimiento se llama muy penoso
Para ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidos
Lo angélico
Bajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existen
Mis sueños serán vanos y formales como el rumor de los
párpados del agua en la sombra
Me introduciré en los tuyos para sondear la profundidad
de tus lágrimas
Mis llamadas te dejarán dulcemente vacilante
Y en el tren hecho de tortugas de hielo
No tendrás que tirar de la señal de alarma
Llegarás sola a esta playa perdida
Dónde una estrella descenderá sobre tus equipajes de arena

Características surrealistas: uso recurrente de imágenes oníricas e incluso pesadillescas, referencia al sueño, los ojos, elementos vinculados con precipicios, peñascos, imágenes angustiantes.



"Canción del automóvil" Vladimir Mayakovski (ejemplo de poema futurista) fragmento

 ¡Dios vehemente de una raza de acero,

automóvil ebrio de espacio,

que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!

¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,

nutrido de llamas y aceites minerales,

hambriento de horizontes y presas siderales

tu corazón se expande en su taf-taf diabólico

y tus recios neumáticos se hinchen para las danzas

que bailen por las blancas carreteras del mundo!

Suelto, por fin, tus bridas metálicas…

¡Te lanzas con embriaguez el Infinito liberador!

Al estrépito del aullar de tu voz…

he aquí que el Sol poniente va Imitando tu andar veloz,

acelerando su palpitación sanguinolento a ras del horizonte…

¡Míralo galopar al fondo de los bosques!…

¡Qué importa, hermoso Demonio!

A tu merced me encuentro…

¡Tómame sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos,

bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro,

camino exasperando mi fiebre y mi deseo,

con el puñal del frío en pleno rostro!

De vez en vez alzo mi cuerpo para sentir en mi cuello,

que tiembla la presión de los brazos helados

y aterciopelados del viento.

¡Son tus brazos encantadores y lejanos que me atraen!

Este viento es tu aliento devorante,

Insondable Infinito que me absorbes con gozo…

¡Ah! los negros molinos desmanganillados

parece de pronto que,

sobre sus aspas de tela emballenada

emprenden una loca carrera

como sobre unas piernas desmesurados…

He aquí que las Montañas se aprestan a lanzar

sobre mi fuga capas de frescor soñoliento…

¡Allá! ¡Allá! ¡mirad! ¡en ese recodo siniestro!…

¡Oh Montañas, Rebaño monstruoso, Mammuths

que trotáis pesadamente, arqueando los lomos Inmensos,

ya desfilasteis… ya estáis ahogadas

en la madeja de las brumas!…

Y vagamente escucho el estruendo rechinante

producido en las carreteras

por vuestras piernas colosales de las botas de siete leguas…


Características futuristas: glorificación del automóvil, la máquina, la velocidad, se encuentra la belleza en las partes del automóvil, se le describe como a una amada. Utilización de onomatopeyas que refieren a los sonidos del motor, escaso uso de signos de puntuación.

Las Vanguardias literarias

 

Las vanguardias fueron una serie de corrientes artísticas de carácter renovador que supusieron un cambio radical frente a las estéticas anteriores y buscaron, desde diferentes presupuestos, un nuevo lenguaje artístico. 
Surgieron en el primer tercio del siglo XX y muchas de ellas tuvieron una duración efímera. Se caracterizaron por la oposición violenta al arte del pasado, por la pretensión de originalidad y novedad absolutas, por la constante experimentación temática y formal, por la exaltación de la imaginación creadora y por su intención provocadora. Supusieron una nueva forma de ver y entender el arte: no respetaron ninguna de las obras anteriores, se desentendieron por completo del realismo, incorporaron al arte la dimensión irracional del hombre, no buscaron la comprensión ni del espectador ni del lector.